José!
Me
resulta muy grato escribir tu nombre antes que nada, eso significa que eres
fuente de mi inspiración, hace tanto que he querido dedicarte algunas líneas,
pues, enamorarme de cierto tipo de lectura, algunas incluso algo
contradictorias con el paradigma católico que tenemos, me ha ayudado tanto a
transformar mi yo interior.
He
aprendido tantas cosas positivas, ¡Y las que me faltan! Sigo siendo Nakarí,
pero desde otra perspectiva, la felicidad es mi norte, todo lo que nos ocurre
en la vida son bendiciones, claro que algunas bendiciones son muy fuertes, no
es que nos pasen malas cosas, sólo hay lecciones que debemos aprender; saber
discernir entre eventualidades similares nos hará comprender que las lecciones
no han sido aprendidas correctamente.
Esta
experiencia de amar la vida, de bendecir todo a mi alrededor ¡Es tan
gratificante! Quiero compartirla contigo, no se si algún día te lo dije, pero
¡Eres mi segundo amor! No deseo que cambies, pues ni yo lo he hecho, sólo
podemos transformar nuestra forma de ser. Ya no veo que el mundo me señala,
pues no debo tener nada contra el pobrecito mundo, hasta estoy aprendiendo a
guardar silencio. Todos somos responsables de todo lo que nos pasa de forma
individual. Son nuestras zonas erroneas las que nos conducen a la infelicidad,
pero estoy segura que con la motivación apropiada y el esfuerzo necesario, tu
puedes ser lo que te propongas.
Espero
llegar a compensar todo el daño que te he causado, Dios me de vida para ver que
tus ojitos cambien esa mirada triste...
Te
Amo
Tu
Hermanita Nakarí