Sé
que muchas veces eres juzgada por otros por dejar a tus hijos al cuidado de
otros para poder ir a trabajar. Mucha gente insinúa que no amas a tus hijos
tanto como una mamá que se queda en casa y que lo mejor es que las mamás se
queden en casa con sus hijos.
¿Cómo
pueden decir esto de ti? Sé que amas a tus hijos tanto como cualquier otra
mamá. Sé que regresar a trabajar no fue una decisión fácil. Tuviste que medir
los pros y los contras desde mucho antes de que naciera tu bebé. Siempre va a
ser una de las decisiones más importantes de tu vida. Pensaste esto aún desde
que estabas en la preparatoria y estabas escogiendo tus materias.
Te
veo en todas partes. Tú eres la doctora con quien llevo a mis hijos cuando
están enfermos. Eres la alergóloga de mi hija, la que le diagnosticó alergia a
los cacahuates. Tú eres la terapeuta que está tratando el dolor de espalda de
mi esposo. Eres la contadora que nos ayuda con los impuestos. La maestra de
primaria de mi hijo. La directora de la guardería. La maestra de gimnasia de mi
hija. La agente de bienes raíces que nos ayudó a vender la casa. ¿Qué
clase de mundo sería este si tu no estuvieras ahí para nosotros? ¿Si hubiera
sucumbido a las presiones de los que insistían que el lugar de una mamá es en
casa con sus hijos?
Yo
sé que mides cada trabajo para ver si queda bien con tu familia. Sé que te
despiertas una hora antes que todos los demás solo para poder hacer algo de
ejercicio o tener un tiempo para ti. Sé que llegas a juntas importantes después
de haber estado despierta toda la noche con tu pequeño. Sé que cuando llegas a
casa en las tardes, tu “segundo trabajo” empieza. La gente no entiende que
estas a cargo de tu casa y además tienes un trabajo. Regresas y casa y haces de
cenar, bañas a tus hijos, les lees un libro, los acuestas, y les das beso de
buenas noches. Tú pagas las cuentas, haces mercado, lavas la ropa, los trastes
y todas esas cosas como todas las mamás.
Sé
que muy seguido te sientes culpable por tener más tiempo separada de tus hijos
y siempre sacrificas tus tiempos de descanso. Sé que no puedes tener un “día
libre” cuando tus hijos están en la guardería. Yo sé que aceptas el
hecho de que tu trabajos s tu tiempo libre por ahora. Sé que cuando estas
en el trabajo no desperdicias ni un minuto. Sé que te comes tu pancito en
tu escritorio, no sales por café y que muestras absoluta dedicación y
concentración en tu trabajo. Después de todo tu escogiste estar ahí, tú
quieres estar ahí.
Sé
lo buena que eres para discernir a aquellos que están cuidando a tus hijos y
que muchas guarderías ofrecen un excelente cuidado para los niños. Yo sé que
solo dejas a tus hijos en un lugar donde estas segura que van a ser bien
cuidados y queridos. Sé que pasas muchos días en casa cuidando a tus hijos
cuando están enfermos y sacrificas tu paga por eso. Y además sé que en secreto
disfrutas mucho estos días y te revelas para poder estar con ellos.
Sé
que muchas veces te sientes culpable por no poder estar ahí todo el tiempo.
Pero, mamá que trabaja, tengo la certeza de que estas poniendo un excelente
ejemplo para tus hijos. Les estas enseñando que una mujer puede tener una
carrera y contribuir de alguna manera al mundo fuera de casa y a la vez ser
una increíble y amorosa mamá. Le estas enseñando a tus hijas que ellas
puedan hacer lo que ellas quieren hacer con sus vidas. Les estas mostrando
fuerza, dedicación, tenacidad, durabilidad y además lo estás
haciendo con mucha alegría y amor.
Solo
quería que supieras que entiendo. Porque las dos somos mamás.
Con
mucho amor y admiración,
Mamá
Que No Trabaja
Chequea la original en: http://elatinos.com/2014/02/13871-carta-de-una-mama-que-trabaja-una-mama-que-trabaja-2/