4 de Diciembre de 2009
Hola Hijo:
Te debía una carta, una carta que me reprocharás siempre, aun no
habiendo sido responsable de esa falta.
Por eso, te escribo esta. No solo para compensar aquella que no
pudiste leer en ese momento, sino porque siento la necesidad de expresarte
cuanto te quiero y cuanto te admiro excepto…cuando. Tienes esas actitudes de
berrinches caprichosos, pero los entiendo. Sé muy bien que el camino del
adolescente es difícil de transitar. Lo sé porque lo he recorrido. También es
difícil la labor de ser madre. He visto caer algunas estrellas del cielo, y
quebrarse muchos bastones en los cuales uno confiaba, para poderse sostener.
Me equivoqué mucho en la vida y seguramente me habré equivocado
muchas veces con contigo, habrás sentido que no todas las veces fui justa o no
me comporté como tu hubieses querido, pero daría no solo lo que tengo
materialmente, sino hasta mi propia vida por ti.
Espero se te cumplan todos tus sueños, pues esos serán mis
sueños, que logres todas tus metas porque serán las mías. Que haya otro día o
muchos más para recibir medallas.
Se en esta vida lo que quieras ser, pues recuerda siempre que
“El hombre es su medida” Si piensas en grande, serás grande y si grabas en tu
mente “yo puedo” tu podrás. Nada es grande si no es bueno y nada es verdadero
sino es permanente.
Como les pedí a tus hermanos el día que se recibieron, no seas
un mediocre. Recordaras que la definición de mediocridad, es el atributo de los
pusilánimes que no aspiran ni remotamente a ser los mejores en su medio. Los
mediocres son como los cobardes, siempre encuentran pretextos para evadir sus
responsabilidades. No eres, ni cobarde ni irresponsable, por lo tanto la puerta
que se te abre en esta etapa de tu vida te muestra el camino a tu destino.
Depende de ti como lo transites, pero cada paso que des, que sea con una pisada
fuerte y segura, con la plena confianza que estaré a tu lado siguiendo tus
huellas y que esas huellas serán las que dejarás a tus hijos. Así como aquella
vez, que te presentaron tu sueño en la tele, con un slogan que decía “Un sueño
que dejará huellas”!
Aprende con ganas los buenos ejemplos ajenos, escucha a los
demás con atención cuando se hable de sabiduría, dicha humana, generosidad,
libertad, virtud, necesidad, pero siempre atento, porque como dice el refrán no
todas las nubes llevan agua. Hay quienes creen saber un tema porque hablan de
él, pero no siempre es así, no se tienen las cosas por poder hablar de ellas,
las palabras sólo son palabras, así que ten cuidado cuando surjan hábil y
ligeramente, pues como alguna vez leí por ahí, los caballos cuyos carros están
cargados, avanzan con pasos lentos, claro que no soy la más indicada para dar
este consejo, yo que soy siempre tan arrebatada para hablar. Tal vez por eso
mismo de ser irreflexiva y meter la pata tan naturalmente, te pido a ti reflexión.
.

Podría seguir escribiendo ¿Pero que más
podría decirte que ya no te haya dicho?
Seguiría embrollándome en una madeja de palabras, terminaría
repitiendo frases trilladas y omitiría otras estrujadas en mi corazón. Solo me
resta pedirte que, aun cuando ya no tengas el pelo largo, hayas abandonado tus
rebeldías de adolescente y la onda metalera y seas ese profesional que quieres
ser, no dejes de abrazarme y mimarme como lo haces hoy.
Simplemente como cierre, algo que nunca está de más repetir: Te
amo. Mamá
Tomado de: http://roviglione.wordpress.com/2010/05/28/carta-a-pablo-en-el-dia-de-su-graduacion/