animado cartas para ti

jueves, 17 de julio de 2014

Carta a un desaparecido mexicano, carta a mi hermano.

2 añotes sin ti brother. ¿Qué hay de nuevo? ¿Novedades? No muchas. La gente sigue caminando sin rumbo, la mayoría no se preocupa por los desaparecidos, la gente está distanciada una de otra, el gobierno metió miedo y desconfianza, las fiestas siguen, la vida sigue.
¿La casa? ¿Qué te puedo decir? ¿Supiste que mi papá mejoró de su enfermedad? Sigue cocinando los camarones que tanto te gustan, el pescado que te enseñó le sigue quedando delicioso. Tiene sesiones con el psiquiatra porque siente que mucha de la culpa es de él por no haber estado ese día.
Mis abuelos siguen distanciados, de hecho mi abuelo volvió a cambiar de casa. Mi abuelita sigue metida en la religión, sigue con su librito de oraciones, ¿te acuerdas?
Sigue rezando con toda su fuerza, lo que cambió es que ahora lo hace con tu foto al lado, de hecho se puede decir que tu foto ya es parte de ese librito.
Y pues mi Mamá… mi mamá cambió completamente. De hecho no creo que la reconozcas, parece como si un velo le cubriera la cara, se le nota la tristeza a la distancia. Es una guerrera incansable. Si supieras a cuantos Alcaldes, delegados, agentes del MP, soldados, marinos, Subdelegados, Jefes de antisecuestros y Ministeriales les ha gritado en su cara, si supieras hasta dónde ha llegado buscándote, si conocieras a Indira, Chuy, Cordelia, Martín, Marcela, Diana, Óscar… amigos de lucha incansable, amigos que a pesar de no conocerte se desvelan, viajan, acompañan, ayudan a que regreses con bien. Si supieras el amor que mi madre les tiene…
!Ojalá y estuvieras aquí uei! Hay momentos en que te necesito, en los que lloro solo, en los que quisiera que no hubieras abierto la boca cuando dijiste “! Déjenlo, yo soy el mayor!”, momentos en los cuales quisiera agarrarte a golpes por haberme dejado, momentos en los que voy a nuestra casa y siento como cuando te me aventabas arriba a hacerme cosquillas, momentos también en los que siento que me falta la mitad del corazón.
¿Yo? Pues qué te puedo decir… aún conservo la cicatriz de aquel cachazo que me dieron porque me quisiste ayudar, que de hecho no cicatriza, engordé como 20kilos y tengo que ir a terapia todos los viernes, ya no hago deporte, repruebo la escuela. Y, por cierto, estoy estudiando Relaciones Internacionales y escogí estudiar el idioma italiano que tanto te gustaba.
Conocí a tus amigos de los libres y locos y parece que me iré a Queretaro con ellos.
!Pff, 2 años sin ti está bien hermano, 2 años en los que trato de sonreír con el corazón desgajándose, 2 años sin escuchar tu voz! Wuauu, un largo tiempo  ¿no crees? Por cierto, ¿no has pensado en regresar? Está bien hermano ver a mi mamá llorar por las noches, está bien hermano verla hablar con fotos, está bien hermano que mi papá haya perdido la esperanza, déjame decirte que nunca había visto llorar a mi abuelo y eso brother, eso está súper fuerte.
¡Ueei! Te va a dar mucha pena la foto tuya que mi mamá y sus amigos tienen de perfil, sales bien feo, ¡jaja! Y tú que querías pasar discretamente en todo, ¡jajaja!. Ya valiste porque ahora sales en varias páginas páginas de internet, periódicos, revistas, entrevistas…
No sé qué será de ti, cómo estés, cómo te traten… pero ojalá y hasta donde estés te llegue este beso que te mando.
2 años sin ti, precioso, pero la búsqueda no para.
Fuerza, Roy
Riccardo Ryvera, Hermano de Roy
Carta original en : http://nuestraaparenterendicion.com/index.php?option=com_k2&view=item&id=1590:fuerza-roy&Itemid=145




Te vine a buscar

Espero estés bien, tardé en llegar porque quería saber antes de partir hacia acá si mi sentimiento por ti era real, o aún permanecía en mí esa pasión que parecía ser mas obsesión que cualquier otra cosa, no es así; he evaluado cada uno de mis momentos vividos a tu lado, entendiendo que hasta los detalles más simples de esos instantes infinitos colmados de plenitud, le dieron un sentido importante a mi vida, antes de ti no hubo nadie, después de ti nadie.
El amor; el sentimiento más sublime existe y lo conocí contigo, por eso hoy entre este laberinto de rascacielos te busco, trato de encontrar en alguna ráfaga de viento primaveral un mensaje que me lleve hasta ti, una razón para saber que esta búsqueda está guiada que no es a ciegas, me pregunto si aun me amas o si no deseas ser encontrada, pensamientos asaltan mi mente, pero no me detienen yo voy hacia ti, con la fe puesta en este sentimiento que el tiempo no ha logrado diluir, ensayando las líneas que te diré al verte y por ningunas me decido.

Como olvidar tus besos, semejantes al rocío que baña la hierba cada mañana de verano, la calidez de tus abrazos y esa entrega desmedida de ternura, no creo poder continuar mi vida sin volver a ver esa mirada lejana y profunda que hechiza con apenas un destello, quiero encontrarte y contigo, la plenitud perdida por  indecisión de aquellos días, cuando la juventud inquieta nos hacía dudar.

Ahora estoy aquí más firme que nunca, tú eres mi felicidad, tardé en comprenderlo, pero ¿quién ha dicho que el amor y sus consecuencias son fáciles de entender? Sólo se vive una vez y no quiero que este ciclo termine sin que el centelleante resplandor de tus ojos vuelva a posarse sobre mí y hacerme estremecer, sin tener la oportunidad de vibrar de nuevo adormecido en un beso sin fin, con esa caricia en mi paladar que me hacía prisionero, de la cual no deseaba zafarme y el tiempo parecía detenerse.

Aquí estoy y también tú; yo te busco, tu escondida en algún lugar de esta gran ciudad, se que llegaré y allí estarás, será como un día prometimos; hasta que se cansen nuestros huesos, hasta que nuestros tejidos ya no estén disponibles para el sol ni la lluvia.
Te amo y así será siempre, te amé en la distancia, en la soledad, en las cuatro estaciones de un país ignoto. Hoy he vuelto; la misma ciudad, la misma cultura que en el pasado albergó y dio cobijo al sentimiento que compartíamos y que en mi no murió, ese que me trajo aquí no sé cómo, la fuerza de un impulso de verte y ser feliz igual que ayer me devolvió a tierras que una vez fueron mías y ahora me resultan ajenas.

Mi GPS es el viento, mi brújula el instinto de seguir amándote más allá de las cúspides de las torres más altas, donde el viento es feroz y el vértigo se apodera de nosotros. Te amo y vine por ti.
Hasta que se produzca nuestro ansiado encuentro espero puedas leer estas líneas que te dedico desde la quietud de este parque lleno de recuerdos lejanos,  es la mejor forma por mi encontrada para poder expresarte un justificativo a la distancia que espero no sea un abismo, te amo con la firmeza de un roble de esos que bordean este parque, con la fuerza de la saeta que sale del arco de un guerrero oriental, así te amo, como el águila ama las alturas.
Por tantas razones, que no son más que la promesa del amor y la felicidad, te vine a buscar.


He pensado; qué dirás al verme, tal vez el silencio será quien hable por los dos, mientras ambos nos miramos evaluando el paso del tiempo en cada uno, buscando huellas de lo que en otro tiempo fue, pero estamos aquí frente a frente para ponerle fin a tanto extrañarse, a tanto preguntarse si tendrá sentido. Muchos signos de interrogación dibujados en nuestros rostros, pero un impulso desmedido y reprimido con los años de ausencia, posee nuestras bocas, evitando las palabras que ya no son necesarias, ya habrá tiempo para vivir, para hablar, para decirnos lo que por el tiempo y la distancia nos fue negado, por esto y más he venido aquí, para amarnos hasta que nuestros sentidos nos lo permitan, te vine a buscar.

Reinaldo Jiménez

Carta A Mi Hermano Menor

Desde el día que naciste, asumí la responsabilidad de enseñarte el camino, y no creo haber podido hacerlo bien.

Porque tus pasos siguieron el rastro de un destino, marcado por la sangre que corría en tus venas, esa que traía el abuelo, esa que no era de aquí, sino de  allá.

Un día decidiste con seguridad y coraje, ir en busca del lugar, saliendo de la frontera que marcaban mis abrazos.

Ese día maldije un avión, que ponía un mar entre nosotros
y sin respiro me dejaba al sacarte de mi lado, creí morir en aquel adiós, que me arranco un pedazo de mi alma, de mi corazón, a mi hermano menor.

Mi hermanito, el único, el pequeño, que se agiganto cuando lo necesite, me defendió, cuido y aconsejo, más de lo que pude hacer yo.
Ese pequeño gigante de mi lado se escapó y mi dejaba un puñado de lágrimas en mi rostro.

Hoy he visto el vídeo y las fotos que has mandado desde, tu más allá llamado España.
Estas tan grande, has crecido tanto, hoy eres todo un hombre y es
tan extraño escuchar esa risa, ver tu casa, tu trabajo...tu hija.

El corazón se me ha llenado de alegría, pero mi alma se puesto ha llorar...
Por qué ese sol  y ese mar que te cobijan hoy se han robado mi tesoro más preciado mi hermano menor.

Porque las calles pequeñas y la gente, que caminan por ahí,
te ven pasar, de seguro le regalaras esa sonrisa y esos ojitos negros, a ellos sí,  ahora a mí no.

Como duele la distancia cuando has dormido en el mismo vientre, tomado del mismo pecho y te han acariciado las mismas manos, las de mama.

El dolor es profundo, porque te quiero más que a mí misma.

Hermanito menor no te olvides nunca que soy tu hermana mayor, que recogí tu desorden, planche tus camisas, probé tu comidas, reí tus risas y cuantas veces secaste mis lágrimas.

Tengo cada recuerdo grabado en mi retina, no quiero olvidarme,
puedo amarte cada día más y extrañarte a cada rato,
 lástima que lo que no puedo hacer es tenerte aquí conmigo,
mi eternamente hermano menor, te amo Javi.


Puedes ver la  versión original en: http://lulomescribe.blogspot.com/2012/04/carta-mi-hermano-menor.html